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El tratamiento del agua de alimentación para sistemas que involucran producción de vapor, especialmente en calderas de alta presión, es crucial para garantizar un rendimiento eficiente y prolongado de todos los componentes del sistema.
En calderas de alta presión es imprescindible la instalación de equipos de depuración para preparar adecuadamente el agua de alimentación antes de su uso. Esto es especialmente importante para garantizar la pureza del vapor suministrado, que suele utilizarse en procesos críticos, como la generación de energía eléctrica mediante turbinas.
Los principales equipos de purificación involucrados son sistemas de intercambio iónico (desmineralización) y/o equipos de Ósmosis Inversa. Estos sistemas suelen utilizarse en serie para maximizar la eliminación de contaminantes como dureza, hierro, sílice, entre otros.
La sílice es un contaminante particularmente problemático ya que puede provocar incrustaciones graves en calderas y sistemas de vapor condensado. Además, puede depositarse en las paletas de las turbinas, comprometiendo su eficiencia y fiabilidad.
Los sistemas de depuración utilizados están diseñados para ser autorregenerables. Esto significa que una vez agotada su capacidad de retención de contaminantes pasan por un proceso de regeneración donde las impurezas retenidas se eliminan mediante drenaje directo. Este proceso garantiza el mantenimiento continuo de la calidad del agua de alimentación y la eficiencia operativa de los sistemas de vapor.
Por lo tanto, el tratamiento adecuado del agua de alimentación es fundamental para evitar problemas operativos y asegurar la longevidad de los equipos involucrados en la generación de vapor en calderas de alta presión.
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