¿Estás interesado?
Solicite su presupuesto
Nos comunicaremos con usted en breve *Campos obligatorios
Las resinas sintéticas de intercambio iónico empezaron a producirse a escala industrial en 1938, lo que supuso un gran avance en las técnicas de tratamiento de aguas industriales. Al principio se utilizaron para eliminar la dureza del agua (ablandamiento) y más tarde para eliminar diversos tipos de sales (desmineralización).
Las unidades convencionales de flujo en co-corriente se siguen utilizando para caudales pequeños. En este sistema, el agua a tratar atraviesa el lecho de resina de arriba abajo, y el regenerante le sigue en la misma dirección. El intercambio de iones tiene lugar agotando la capacidad de las resinas en la misma dirección que el flujo de agua. Antes de que pase el regenerante, es necesario un flujo de agua en la dirección opuesta para expandir el lecho de resina y permitir una buena regeneración.
Las unidades de segunda generación, denominadas de contracorriente, hacen que las soluciones regenerantes atraviesen los lechos de resina de abajo arriba, en contracorriente con el flujo de agua tratada, que circula de arriba abajo. Durante la regeneración, es necesario mantener el lecho de resina en su posición original, utilizando aire, agua a contrapresión u otros métodos, para evitar la reclasificación de las resinas. La cantidad de regenerante utilizado es significativamente menor que en los sistemas de primera generación.
Un avance importante fue el desarrollo de la tercera generación de unidades, que utilizan el concepto de lecho fluidizado, compacto o suspendido, en el que el flujo de agua tratada procede de abajo arriba. En este sistema, el regenerante se inyecta de arriba abajo. El recipiente intercambiador tiene dos falsos fondos, superior e inferior, cuya función es mantener la resina en la posición deseada, de forma compacta
Entre la resina activa y el falso fondo superior se coloca una capa de resina inerte cuyo espesor depende del diámetro del recipiente. El sistema de lecho compacto aumenta el rendimiento de las resinas, evita los flujos hidráulicos preferenciales y reduce las pérdidas de presión en comparación con el sistema de lecho fijo.
En este sistema, no es necesario realizar una operación de contralavado después de cada ciclo de intercambio iónico, ya que al final del ciclo las capas de resina descienden hacia el falso fondo inferior, manteniendo su configuración. El resultado es un menor consumo de agua para la regeneración y un menor uso de regenerantes.
Nos comunicaremos con usted en breve *Campos obligatorios
Llame o envíe un e-mail
Olá! Preencha os campos abaixo para iniciar a conversa no WhatsApp